Una vez terminada la proyección de Atlántida, preguntas a la directora. Levanta la mano un chaboncito:
-Hola, bueno, yo quería preguntarte, bueno, muy linda la película, pero quería preguntarte: ¿por qué no armaste un final más entrópico?
Todas las miradas se trasladan del chaboncito a la directora.
-Disculpame, no entiendo lo que me estás preguntando.